¿Hay que avergonzarse de tener una rivalidad con el Getafe?
¿Hay motivos para avergonzarse de una rivalidad con el Getafe CF? En mi opinión no hay porqué avergonzarse de que surja una rivalidad puntual con el Getafe CF ni con ningún otro equipo. Esto no hace más pequeño al Valencia CF, como algunos piensan, ya que han sido muchos los clubes con los que en distintas épocas el club valencianista ha rivalizado en cuanto a objetivos y a partidos broncos o polémicos.
En los últimos años el Getafe CF, desde su regreso a la máxima categoría en 2017, ha competido por puestos europeos, e incluso por puestos de Champions League, por no hablar de sus dos finales de Copa del Rey en 2007 y 2008, la última de ellas precisamente contra el Valencia CF. Además su carácter aguerrido sobre el césped ha levantado ampollas y enemistades por diversos puntos de la geografía española. El mayor ejemplo de rivalidad entre valencianistas y azulones se vivió en la eliminatoria de cuartos de final de Copa del Rey el 29 de enero de 2019, donde había que remontar un 1-0 que se había producido en la ida en el Coliseum, sumado a más de un reproche y enfrentamiento dialéctico entre los banquillos. Todos sabemos cómo discurrió aquel partido de vuelta en Mestalla, con un gol en contra en el primer minuto de partido y con la posterior remontada final en el tiempo de descuento, con sus correspondientes tanganas, expulsiones, polémicas, intervención de la policía y demás. Épico momento en el que se empezó a ganar la conocida como “Copa del Centenario” valencianista. Yo no me avergüenzo de rivalizar contra un Getafe CF competitivo. Me avergonzaría rivalizar con un equipo poco competitivo o mediocre, pero no con un club que está creciendo y sacando un rendimiento magnífico a lo que tiene.
Lo mismo pasó con el Sevilla FC, ya que no se conocía gran rivalidad entre sevillistas y valencianistas hasta que en las últimas décadas los hispalenses empezaron a pelear puestos europeos y a ganar varias Europa League, por no hablar de diversas polémicas arbitrales en los enfrentamientos entre ambos equipos, especialmente en el Sánchez Pizjuán, y del trágico gol de M’bia en Mestalla que impidió a los valencianistas volver a una final europea en 2014.
Tampoco había rivalidad histórica entre el Valencia CF y el Villarreal CF en el siglo XX, pero los amarillos ascendieron a Primera División y no solo se asentaron sino que pasaron a ser un club europeo casi cada temporada. La proximidad entre las ciudades y la pelea por los mismos objetivos hizo que desde entonces los duelos entre ambos clubes ya no son descafeinados sino más bien todo lo contrario.
La rivalidad contra el Levante UD viene más causada por ser de la misma ciudad y aumentó desde que los granotas volvieron a la máxima categoría, pero en términos generales casi nunca en los últimos tiempos han peleado por los mismos objetivos, por lo tanto queda en una rivalidad más sentimental que con efectos prácticos.
En su momento el Deportivo de La Coruña fue uno de los clubes más fuertes del fútbol español, algo así como el reciente Atlético de Madrid, y era un equipo capaz de plantar cara a cualquier club. La rivalidad empezó cuando los gallegos no pudieron ganar la Liga 1993/94 en la última jornada venciendo a los valencianistas, fallando Djukic un penalti a su favor en los minutos finales, y la siguiente temporada lograron su primer título ganando en una extraña final de Copa del Rey al Valencia, teniendo que suspender la final por una gran tromba de agua que cayó sobre Madrid y que tuvo que reanudarse tres días después. ¿Fue el Valencia más pequeño por rivalizar con el Deportivo de La Coruña durante varias temporadas? No lo creo. Los deportivistas siguieron cada temporada entrando en puestos europeos, haciendo grandes gestas, y logrando finalmente ganar una Liga en la temporada 1999/2000, otra Copa del Rey en la 2001/02 y tres Supercopas de España.
Con Atlético de Madrid y Athletic de Bilbao en varias épocas también se ha rivalizado precisamente por disputar ese puesto preferencial por detrás de los dos gigantes del fútbol nacional, cuando no estaba muy definido quién era el equipo más fuerte después de ellos.
Y en cuanto a enfrentamientos regionales hay que recordar la rivalidad con CD Castellón y Hércules CF, con partidos siempre calientes entre las aficiones, que en los últimos tiempos han perdido relevancia por la ausencia de ambos equipos en Primera División. Cabe destacar un último caso, el del Real Betis, club al que muchos aficionados no perdonan que en 1986 empatara en la penúltima jornada contra el Cádiz CF, sentenciando así al descenso de categoría al Valencia.
En conclusión, tener nuevas o puntuales rivalidades con clubes con los que previamente no habíamos competido no es nada de lo que avergonzarse, sino más bien algo de lo que el otro club podría y debería sentirse orgulloso. Algunas siempre van a estar ahí, como las regionales o geográficas, y otras van a tener sus momentos puntuales como fue la del Deportivo de La Coruña cuando peleaba al máximo nivel. Lo importante es que no dejemos nosotros de pelear al máximo nivel. Lo grave sería rivalizar con equipos cuyos objetivos son meramente permanecer en la categoría. Eso sí sería preocupante.
Pues estoy de acuerdo. Lo importante es tener claro quiénes somos nosotros y ser conscientes de nuestra grandeza juguemos contra quien juguemos y en la época que sea. AMUNT!!!